La Iglesia de San Francisco de Asís fue uno de los primeros templos de la ciudad, aquí comenzaron los franciscanos su obra de evangelización en 1716. Su edificación comenzó en 1717 y es, después del Santuario Guadalupano, la iglesia más popular entre los lugareños por su bella arquitectura. Esta iglesia no es sólo un punto de encuentro para orar sino también para la convivencia pues en su patio se instala un pequeño tianguis de comida tradicional y es también escenario de diversos eventos. Fue reedificado después de que se incendió en 1863, por lo que su nueva decoración es de estilo neoclásico y data de 1906.