Anualmente, Playa Azul, Colola e Ixtapilla se convierten en destinos de acogida para las tortugas marinas laúd, negra y golfina, que llegan a la costa para llevar a cabo el proceso de desove. Durante el mes de octubre, que marca el pico de llegada de estas tortugas, la comunidad costera en Michoacán dedica sus esfuerzos a honrar y concientizar sobre la importancia de estas especies. Se organizan festivales, torneos de surf y diversas actividades culturales, todo con el propósito de educar sobre la conservación de estos ejemplares, los cuales actualmente se encuentran en peligro de extinción.

El avistamiento de las tortugas varía según la temporada: la golfina llega entre junio y diciembre, la negra entre octubre y diciembre, y la laúd entre diciembre y marzo. La protección de las playas receptoras está a cargo de la misma comunidad, respaldada por el gobierno. Juntos, han trabajado arduamente para conservar el hábitat y garantizar que este asombroso fenómeno migratorio continúe llegando a las costas michoacanas.